
① Canto de entrada (2x)

Acto penitencial
Ich bekenne Gott, dem Allmächtigen, und allen Brüdern und Schwestern, dass ich Gutes unterlassen und Böses getan habe – ich habe gesündigt in Gedanken, Worten und Werken durch meine Schuld, durch meine Schuld, durch meine große Schuld. Darum bitte ich die selige Jungfrau Maria, alle Engel und Heiligen und euch, Brüder und Schwestern, für mich zu beten bei Gott, unserem Herrn.
Der allmächtige Gott, erbarme sich unser, er lasse uns die Sünde nach und führe uns zum ewigen Leben. Amen.
Herr, erbarme dich unser. Herr, erbarme dich unser.
Christus, erbarme dich unser. Christus, erbarme dich unser.
Herr, erbarme dich unser. Herr, erbarme dich unser.
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Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y no lleve a la vida eterna. Amén.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Oración colecta
Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que hoy te invoca apoyado en la protección de tu mártir san Blas; concédenos, por sus méritos, la paz en esta vida y el premio de la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Lectura (Rom 5,1-5)
¡Hermanos! Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Más aún, nos gloriamos hasta de las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza. Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado.
Wort des lebendigen Gottes. Dank sei Gott.
③ Salmo

¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos! Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. ¡Aleluya!
Aleluya

Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo».
Evangelio (Mc 16,15-20)
Der Herr sei mit euch. Und mit deinem Geiste. Aus dem Heiligen Evangelium nach Johannes. Ehre sei dir, o Herr.
Entonces Jesús dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán». Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.
Evangelium unseres Herrn Jesus Christus.
Lob sei dir, Christus.
La bendición de San Blas
San Blas fue obispo de Sebaste, Armenia, muy conocido en su tiempo por haber obrado numerosas curaciones milagrosas. Fue médico y vivió como eremita incluso después de haber sido nombrado obispo, convirtiendo la cueva en la que vivía, ubicada en el bosque en su sede episcopal.
Cuenta la tradición que cierto día San Blas salvó a un niño que se había atragantado con una espina de pescado. De ahí la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta, 3 de febrero. Eso también le valió convertirse en patrono de los otorrinolaringólogos y de quienes padecen alguna afección a la garganta.
Otras historias refieren su amor por los animales, a quienes también curaba. De acuerdo a una antigua historia, animales enfermos o heridos se acercaban a su cueva para que los cure. Estos, en retribución, no le hacían daño ni lo molestaban cuando oraba.
Murió, como mártir, el año 316 D. C, en tiempos del Emperador Licinio.

Dios todopoderoso, Tú creaste la diversidad de las cosas del mundo, y quisiste que tú mismo Hijo se encarnara para la Redención. Tú eres grande e inmenso, digno de toda alabanza, y haces cosas admirables. Para confesar su fe en Ti, el glorioso obispo y mártir San Blas, no temiendo los tormentos, consiguió felizmente la palma del martirio. Entre otras gracias, le diste esta prerrogativa: que por tu poder, curara cualquier mal de la garganta.
Te rogamos humildemente que no mires nuestras culpas, y por los ruegos y méritos de San Blas, bendice + y santifica por tu admirable piedad estas candelas, infundiéndoles tu gracia, a fin de que todos aquellos a quienes les fueren aplicadas en su garganta, se vean libres de cualquier mal en ella, y alegres y sanos, Te rindan en la Iglesia acciones de gracias, alabando tu glorioso Nombre, que es bendito por los siglos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Por la intercesión de San Blas, obispo y mártir, te libre Dios de todo mal de garganta y de cualquier otro mal. En el nombre del ☩ Padre, y del Hijo y el Espíritu Santo.
Oración de los fieles
Heiliger Gott. Wir gehören zu Christus, deinem Sohn. Er ist unser Herr und König. Wir tragen seinen Namen, glauben an ihn und wollen ihm dienen. Wir bitten dich:
- Gott, dein Reich ist nicht von dieser Welt. In deinem Reich zählt nur die Liebe. Das hat uns Jesus gezeigt. Laß uns seinem Beispiel folgen und gut zueinander sein.
Wir bitten dich, erhöre uns.
- Laß dein Reich der Liebe durch uns wachsen. Gib, daß wir andere nicht beherrschen wollen. Schenke uns vielmehr den Mut, nach deinem Beispiel zu dienen und zu helfen.
Wir bitten dich, erhöre uns.
- Para nuestra comunidad alemana en Chiapas. Que todos puedan conservar su fe y trasmitirla a sus hijos como testigos de Cristo resucitado.
Oremos: Te pedimos, óyenos.
- Para los que sufren de cualquier tipo de enfermedad. Renuévelos en tu gracia y deles la salud del alma y del cuerpo.
Oremos: Te pedimos, óyenos.
- Para nuestros hermanos difuntos, que nos enseñaron a creer en Dios y a rezar. Dales el premio de la vida eterna.
Oremos: Te pedimos, óyenos.
Barmherziger Gott, durch den heiligen Bischof Blasius hast du deine Güte sichtbar gemacht. Steh uns auf seine Fürsprache hin bei durch Christus, unseren Herrn. Amen.
④ Ofertorio (3x)

Oración sobre las ofrendas
Dios clementísimo, derrama tu bendición sobre estos dones y fortalécenos en la fe que confirmó san Blas con el derramamiento de su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Prefacio

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre del glorioso mártir san Blas,
derramada, como la de Cristo,
para confesar tu nombre,
manifiesta las maravillas de tu poder;
pues en su martirio, Señor,
has sacado fuerza de lo débil,
haciendo de la fragilidad
tu propio testimonio;
por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo,
así nosotros en la tierra te aclamamos
diciendo sin cesar:
⑤ Santo

Plegaria Eucarística
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu, Espíritu, de manera que se conviertan para nosotros en Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Geheimnis des Glaubens.
Deinen Tod, o Herr, verkünden wir und deine Auferstehung preisen wir bis du kommst in Herrlichkeit.
❖
Éste es el sacramento de nuestra fe.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Carlos, y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro

Erlöse uns, Herr, allmächtiger Vater von allem Bösen und gib Frieden in unseren Tagen. Komm uns zu Hilfe mit deinem erbarmen und bewahre uns vor Verwirrung und Sünde, damit wir voll Zuversicht das Kommen unseres Erlösers Jesus Christus erwarten.

Rito de La Paz
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: ‚La paz les dejo, mi paz les doy‘, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Der Friede des Herrn sei allezeit mit euch. Und mit deinem Geist.
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La paz del Señor esté siempre con ustedes.Y con tu espíritu.
⑥ Cordero de Dios

Seht, das Lamm Gottes, das hinwegnimmt die Sünde der Welt.
Herr, ich bin nicht würdig, dass du eingehst unter mein Dach, aber sprich nur ein Wort, so wird meine Seele gesund.
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Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Antífona de comunión
Yo soy la verdadera vid y ustedes los sarmientos, dice el Señor; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante.
⑦ Acción de gracias (3x)

Oración después de la comunión
Renovados por estos santos misterios te rogamos, Señor, que, imitando la admirable fortaleza de san Blas, merezcamos conseguir el premio eterno a la perseverancia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Bendición
Der Herr sei mit euch. Und mit deinem Geiste. Es segne euch der allmächtige Gott, der Vater und der Sohn † und der Heilige Geist. Amen.
Gehet hin in Frieden. Dank sei Gott, dem Herrn.
⑧ Final

Consagración de nuestras familias al Corazón de Jesús
Señor Jesús, hoy queremos consagrar nuestra familia y nuestro hogar a tu Sagrado Corazón.
Tú que quisiste nacer en el seno de una familia y que con María y José nos diste el modelo de la familia santa, concédenos por intercesión de esta nuestra buena madre y del santo patriarca san José, ser iglesia doméstica, imagen viva de tu amor.
Tú que en compañía de María y de los discípulos bendijiste un día a los esposos en las bodas de Caná, bendícenos en abundancia hoy a nosotros.
Señor Jesús que nos ofreces tu Corazón traspasado como señal y prenda de lo que nos quieres, danos día a día la fuerza de tu amor, para querernos cada día más y amar con toda dedicación y entrega a esta familias que hoy te invocan.
Ilumínanos en nuestras dudas y adviértenos en nuestras dificultades y tentaciones; consuélanos en nuestros sufrimientos; oriéntanos en nuestras resoluciones y, sobre todo enciende en nuestros corazones un gran amor a Ti y a nuestros prójimos.
Que nuestra vida sea en medio del mundo un testimonio de fe, esperanza y caridad; que hagamos bien a cuantos nos rodean, y que al final de nuestra peregrinación por este mundo, nos reunamos contigo en el cielo, con Santa María Virgen, San José, nuestros santos y con las personas queridas que nos han precedido.
Así te lo prometemos, Jesús, ante el misterio de tu Corazón; así te lo pedimos y así lo esperamos de Ti, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amen.
