Misa del Domingo de resurrección


① Canto de entrada


② Señor, ten piedad

Herr Jesus, auferstanden von den Toten. Kyrie…

Dein Kreuz ist unsere Hoffnung. Kyrie…

Du rufst alle Menschen zum Leben. Christe…

Du begleitest uns auf unseren Wegen. Christe…

Du bist erhöht zur Rechten des Vaters. Kyrie…

Du sendest den Geist der Wahrheit. Kyrie…


③ Gloria a Dios en el cielo


Oración colecta

Oh, Dios, que en este día, vencida la muerte, nos has abierto las puertas de la eternidad por medio de tu Unigénito, concede, a quienes celebramos la solemnidad de la resurrección del Señor, que, renovados por tu Espíritu, resucitemos a la luz de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.


Primera Lectura (Hch 10, 34a. 37-43)

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: “Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de cuanto él hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y concedió verlo, no a todo el pueblo, sino únicamente a los testigos que él, de antemano, había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de que resucitó de entre los muertos. Él nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que cuantos creen en él reciben, por su medio, el perdón de los pecados’’.

Palabra del Señor. Te alabamos, Señor.


④ Salmo responsorial

Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno,
porque tu misericordia es eterna.
Diga la casa de Israel:
“Su misericordia es eterna”. 

Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es nuestro orgullo.
No moriré, continuaré viviendo
para contar lo que el Señor ha hecho. 

Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

La piedra que desecharon los constructores
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Señor,
es un milagro patente. 

Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya.


Secunda lectura (Col 3, 1-4)

Hermanos: Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida de ustedes, entonces también ustedes se manifestarán gloriosos, juntamente con él.


Sequencia

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Singt das Lob dem Osterlamme,
bringt es ihm dar, ihr Christen.
Cordero sin pecado,
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Das Lamm erlöst die Schafe,
Christus, der Unschuldige,
versöhnte die Sünder mit dem Vater.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la vida,
triunfante se levanta.
Tod und Leben kämpften
wundersamen Zweikampf;
der Fürst des Lebens, dem Tod erliegend,
herrscht als Lebender.
“¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?’’
“A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
Sag uns, Maria,
was hast du auf dem Wege gesehen?
Ich sah das Grabmal Christi, des Lebenden,
und die Herrlichkeit des Auferstandenen.
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Ich sah die englischen Zeugen,
Schweißtuch und Linnen.
Auferstanden ist Christus, meine Hoffnung,
er geht euch voran nach Galiläa.
Vengan a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí verán los suyos
la gloria de la Pascua’’.
Auferstanden ist Christus, meine Hoffnung,
er geht euch voran nach Galiläa.
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Wir wissen: Christus ist auferstanden, wahrhaft vom Tod.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Du Sieger, König, erbarme dich.

⑤ Aleluya

Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la Pascua.


Evangelio (Jn 20, 1-9)

El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró. En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos.


Homilía


Credo

Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
Sí, renuncio.

¿Renuncian a todas las seducciones del Maligno, para que el pecado no los esclavice?
Sí, renuncio.

¿Renuncian a Satanás, padre y príncipe del pecado?
Sí, renuncio.

¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Sí, creo.

¿Creen en Jesucristo, su Hijo único y Señor nuestro, que nació de Santa María Virgen, padeció y murió por nosotros, resucitó y está sentado a la derecha del Padre?
Sí, creo.

¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de lo santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
Sí, creo.

Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos liberó del pecado y nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo, nos conserve con su gracia, unidos a Jesucristo, nuestro Señor, para la vida eterna. Amén.

⑥ Aspersión del agua bendita


Oración de los fieles

In der österlichen Freude dieser Tage wenden wir uns an Christus, den Auferstandenen, und bitten:

Dass alle Christen, um deinen österlichen Tisch versammelt, in Einigkeit und Frieden leben können.

Wir bitten dich, erhöre uns.

  • Dass unsere verfolgten Glaubensbrüder und -schwestern aus der Osterfeier Kraft und neuen Mut schöpfen.

Wir bitten dich, erhöre uns.

  • Dass der Hass zwischen den Völkern ein Ende nimmt und die Welt zum Frieden findet.

Wir bitten dich, erhöre uns.

  • Dass alle, die auf der Suche sind nach dem Ziel ihres Lebensweges, neue Orientierung finden.

Wir bitten dich, erhöre uns.

  • Dass unsere Verstorbenen, die uns auf unseren Wegen begleitet haben, in dir Geborgenheit und ewigen Frieden finden.

Wir bitten dich, erhöre uns.


Denn du bist der Weg und die Wahrheit und das Leben. Durch dich preisen wir den Vater in der Einheit des Heiligen Geistes in alle Ewigkeit. Amen.


⑦ Ofertorio


Oración sobre las ofrendas

Rebosantes de gozo pascual, ofrecemos, Señor, este sacrificio en el que tan maravillosamente renace y se alimenta tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio

El Seńor esté con ustedes. 
Y con tu espíritu. 
Levantemos el corazón. 
Lo tenemos levantado hacia el Seńor.
Demos gracias al Seńor nuestro Dios. 
Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en exaltarte en este día glorioso en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él es el verdadero Corderoque quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte,y resucitando restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo pascual,el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu gloria diciendo sin cesar:


⑧ Santo


Plegaria Eucaristica

Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu, Espíritu, de manera que se conviertan para nosotros en Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

Éste es el sacramento de nuestra fe.

Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.

Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Carlos, y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Padre nuestro

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro que estás en el cielo santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Líbranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.


Rito de la Paz

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: ‚La paz les dejo, mi paz les doy‘, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

La paz del Señor esté siempre con ustedes.

Y con tu espíritu.


⑨ Cordero de Dios

Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.


Antífona de la Comunión

Ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Aleluya. Así, pues, celebremos con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad. Aleluya, aleluya.


⑩ Acción de gracias


Oración después de la Comunión

Tú que nos has alimentado con esta Eucaristía, y por medio de la muerte de tu Hijo nos das la esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete, concédenos, Señor, llegar, por medio de su resurrección, a la meta de nuestras esperanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Bendición

El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu.

La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Amén.

Pueden ir en paz. Aleluya. Demos gracias a Dios. Aleluya.


⑪ Final