Misa de Primera Comunión en Santo Tomás Moro

  • Al entrar al templo tienen que dejarse medir la temperatura.
  • Hay que tener portar el cubrebocas correctamente durante toda la celebración.
  • Tienen que desinfectarse las manos con gel a la entrada de la iglesia.
  • Tienen que desinfectarse los zapatos en los tapetes de la entrada.
  • Siempre hay que respetar la sana distancia con los demás feligreses.
  • En el momento de la comunión los niños que reciben la eucaristía por primera vez se forman en el pasillo de en medio. Todos los demás se mantienen todavía en sus lugares.
  • Solo después de la primera comunión de los niños los demás feligreses se pueden formar en el pasillo del centro para recibir el Cuerpo de Cristo.
  • Por orden del Arzobispo se distribuye la Santa Comunión solo en la mano. Después de recibir el Santísimo Sacramento en la mano hay que comulgar la hostia inmediatamente, frente al sacerdote, sin alejarse.
  • Esta prohibido tomar fotos durante la ceremonia.
  • Les rogamos mantener sus celulares en silencio.

Canto de entrada


Presentación de los niños y encender las velas


Acto de contrición

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Seńor. 

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén. 

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.


Oración colecta

Oremos. Señor, Padre santo, tú que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto, alimenta nuestra espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.


Lectura (Rm 8, 31b-34)

Hermanos: Si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará en contra nuestra? El que no nos escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no va a estar dispuesto a dárnoslo todo, junto con su Hijo? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Si Dios mismo es quien los perdona, ¿quién será el que los condene? ¿Acaso Jesucristo, que murió, resucitó y está a la derecha de Dios para interceder por nosotros?

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


Salmo responsorial (Salmo 115, 10 y 15. 16-17. 18-19)

Siempre confiaré en el Señor.
Aun abrumado de desgracias, siempre confié en Dios. A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos.
Siempre confiaré en el Señor.
De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava; te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre.
Siempre confiaré en el Señor.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo, en medio de su templo santo, que está en Jerusalén. R.
Siempre confiaré en el Señor.


Aclamación antes del Evangelio (Mc 9,7)

Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: “Éste es mi Hijo amado; escúchenlo”.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Evangelio (Mc 9, 2-10) 

En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados. Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: “Éste es mi Hijo amado; escúchenlo”. En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir eso de ‘resucitar de entre los muertos’.

Palabra del Señor. Te alabamos, Señor.


Homilia


Renovación de las promesas bautismales

¿Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?

Sí, renuncio.

¿Renuncian a todas las seducciones del mal, para que no domine en ustedes el pecado?

Sí, renuncio.

¿Renuncian a Satanás, padre y príncipe del pecado?

Sí, renuncio.

¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?

Sí, creo.

¿Creen en Jesucristo, su Hijo único, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?

Sí, creo.

¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna?

Sí, creo.

Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró por el agua y el Espíritu Santo y que nos concedió la remisión de los pecados, nos guarde en su gracia, en el mismo Jesucristo nuestro Señor, para la vida eterna. Amén.


Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.


Peticiones

Jeden Sonntag treffen wir uns zum Gottesdienst und erinnern uns an den Tod und die Auferstehung Jesu an Ostern. Voll Freude und Dankbarkeit beten wir:

  1. Gott, du liebst das Leben und du liebst jeden einzelnen Menschen. – Wir bitten dich für alle Menschen, die in Not sind und in ständiger Angst leben müssen.
    Wir bitten dich, erhöre uns.
  2. Dios nuestro, tu hijo Jesús murió en la cruz, pero le diste nueva vida. – Te pedimos por los que fueron víctimas de las guerras y de la violencia.
    Te pedimos, óyenos.
  3. Gott, du schenkst uns den Sonntag als einen Tag der Freude. – Wir bitten dich für unsere Familien und für unsere Freundinnen und Freunde, mit denen wir spielen, lachen und Spaß haben.
    Wir bitten dich, erhöre uns.
  4. Dios nuestro, cuando compartimos el vino y el pan en la Santa Misa, tu estás en medio de nosotros. – Te pedimos por los que se sienten debiles y requieren nuevas fuerzas, porque están enfermos.
    Te pedimos, óyenos.
  5. Gott, du schenkst unseren Verstorbenen eine neue und ewige Heimat bei dir. – Wir bitten dich für alle Menschen, die traurig sind, weil ein Mensch gestorben ist, der für sie wichtig war.
    Wir bitten dich, erhöre uns.

Gott, du bist ein Freund des Lebens und der Menschen. Das feiern wir Sonntag für Sonntag in österlicher Freude. Amen.


Canto para el ofertorio


Oración sobre las ofrendas

Oremos. Te pedimos, Señor, que esta oblación borre nuestros pecados, santifique los cuerpos y las almas de tus siervos y nos prepare a celebrar dignamente las fiestas pascuales. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Prefacio

El Seńor esté con ustedes. 
Y con tu espíritu. 
Levantemos el corazón. 
Lo tenemos levantado hacia el Seńor.
Demos gracias al Seńor nuestro Dios. 
Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Quien,
después de anunciar su muerte a los discípulos, les mostró en el monte santo el esplendor de su gloria, para testimoniar,de acuerdo con la ley y los profetas, que la pasión es el camino de la resurrección. Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo sin cesar:


Santo


Plegaria Eucaristica

Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu, Espíritu, de manera que se conviertan para nosotros en Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

Éste es el sacramento de nuestra fe.

Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.

Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Carlos, y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Padre nuestro

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro que estás en el cielo santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Líbranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.


Rito de la Paz

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: ‚La paz les dejo, mi paz les doy‘, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

La paz del Señor esté siempre con ustedes.

Y con tu espíritu.


Cordero de Dios

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.


Antífona de la Comunión

Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadle.


Acción de gracias


Oración después de la Comunión

Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el cuerpo glorioso de tu Hijo nos haces participes, ya en este mundo, de los bienes eternos de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Bendición

El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu.

La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Amén.

Pueden ir en paz. Demos gracias a Dios.


Canto de receso