
Canto de entrada


Acto de contrición
Ich bekenne Gott, dem Allmächtigen, und allen Brüdern und Schwestern, dass ich Gutes unterlassen und Böses getan habe – ich habe gesündigt in Gedanken, Worten und Werken durch meine Schuld, durch meine Schuld, durch meine große Schuld. Darum bitte ich die selige Jungfrau Maria, alle Engel und Heiligen und euch, Brüder und Schwestern, für mich zu beten bei Gott, unserem Herrn.
Der allmächtige Gott, erbarme sich unser, er lasse uns die Sünde nach und führe uns zum ewigen Leben. Amen.
Herr, erbarme dich unser. Herr, erbarme dich unser.
Christus, erbarme dich unser. Christus, erbarme dich unser.
Herr, erbarme dich unser. Herr, erbarme dich unser.
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y no lleve a la vida eterna. Amen.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Gloria a Dios en el cielo

- Ehre sei Gott in der Höhe
und Friede auf Erden den Menschen seiner Gnade.
Wir loben dich,
wir preisen dich,
wir beten dich an,
wir rühmen dich und danken dir,
denn groß ist deine Herrlichkeit.
Herr und Gott, König des Himmels,
Gott und Vater, Herrscher über das All. - Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros. - Denn du allein bist der Heilige,
du allein der Herr,
du allein der Höchste: Jesus Christus
mit dem Heiligen Geist,
zur Ehre Gottes des Vaters. Amen.
Oración colecta
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
Amen.
Lectura del libro del Exodo: 24, 3-8
En aquellos días, Moisés bajó del monte Sinaí y refirió al pueblo todo lo que el Señor le había dicho y los mandamientos que le había dado. Y el pueblo contestó a una voz: „Haremos todo lo que dice el Señor“.
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano, construyó un altar al pie del monte y puso al lado del altar doce piedras conmemorativas, en representación de las doce tribus de Israel. Después mandó a algunos jóvenes israelitas a ofrecer holocaustos e inmolar novillos, como sacrificios pacíficos en honor del Señor; tomó la mitad de la sangre, la puso en vasijas y derramó sobre el altar la otra mitad.
Entonces tomó el libro de la alianza y lo leyó al pueblo, y el pueblo respondió: „Obedeceremos; haremos todo lo que manda el Señor“.
Luego Moisés roció al pueblo con la sangre, diciendo: „Ésta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con ustedes, conforme a las palabras que han oído“.
Wort de lebendigen Gottes. Dank sei Gott.
Palabra del Señor. Te alabamos, Señor.
Aleluya

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Del santo Evangelio según san Marcos: 14, 12-16. 22-26
El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos: „¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?“. El les dijo a dos de ellos: „Vayan a la ciudad. Encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: ‚El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?‘. El les enseñará una sala en el segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena“. Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: „Tomen: esto es mi cuerpo“. Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo: „Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios“. Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos.
Evangelium unseres Herrn Jesus Christus. Lob sei dir, Christus.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Homilia
Credo
Ich glaube an Gott,
den Vater, den Allmächtigen,
den Schöpfer des Himmels und der Erde,
und an Jesus Christus,
seinen eingeborenen Sohn, unsern Herrn,
empfangen durch den Heiligen Geist,
geboren von der Jungfrau Maria,
gelitten unter Pontius Pilatus,
gekreuzigt, gestorben und begraben,
hinabgestiegen in das Reich des Todes,
am dritten Tage auferstanden von den Toten,
aufgefahren in den Himmel;
er sitzt zur Rechten Gottes, des allmächtigen Vaters;
von dort wird er kommen, zu richten die Lebenden und die Toten.
Ich glaube an den Heiligen Geist,
die heilige katholische Kirche,
Gemeinschaft der Heiligen,
Vergebung der Sünden,
Auferstehung der Toten
und das ewige Leben.
Amen.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
Oración de los fieles
Ofertorio


Oración sobre las ofrendas
Señor, concede, bondadoso, a tu Iglesia, los dones de la unidad y de la paz, significados místicamente en las ofrendas que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amen.
Prefacio
El Seńor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Seńor.
Demos gracias al Seńor nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
El cual, verdadero y eterno Sacerdote, al instituir el sacramento del sacrificio de la eterna alianza, se ofreció primero a ti como víctima salvadora, y nos mandó que lo ofreciéramos como memorial suyo.
Cuando comemos su carne, inmolada por nosotros, quedamos fortalecidos; y cuando bebemos su sangre, derramada por nosotros, quedamos limpios de nuestros pecados.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo

Plegaria Eucaristica
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu, Espíritu, de manera que se conviertan para nosotros en Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Éste es el sacramento de nuestra fe.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Carlos, y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
Padre nuestro que estás en el cielo santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Líbranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Rito de la Paz
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: ‚La paz les dejo, mi paz les doy‘, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
Y con tu espíritu.
Cordero de Dios

Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Antífona de la Comunión
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
Acción de gracias con exposición del Santísimo Sacramento

Gott sei gepriesen.
Gott sei gepriesen.
Gepriesen sei Sein heiliger Name.
Gepriesen sei Sein heiliger Name.
Gepriesen sei Jesus Christus, wahrer Gott und wahrer Mensch.
Gepriesen sei Jesus Christus, wahrer Gott und wahrer Mensch.
Gepriesen sei der Name Jesu.
Gepriesen sei der Name Jesu.
Gepriesen sei Sein heiligstes Herz.
Gepriesen sei Sein heiligstes Herz.
Gepriesen sei Sein kostbares Blut.
Gepriesen sei Sein kostbares Blut.
Gepriesen sei Jesus im allerheiligsten Sakrament des Altares.
Gepriesen sei Jesus im allerheiligsten Sakrament des Altares.
Gepriesen sei der Heilige Geist, der Tröster.
Gepriesen sei der Heilige Geist, der Tröster.
Gepriesen sei die erhabene Gottesgebärerin, die allerseligste Jungfrau Maria.
Gepriesen sei die erhabene Gottesgebärerin, die allerseligste Jungfrau Maria.
Gepriesen sei ihre heilige und unbefleckte Empfängnis.
Gepriesen sei ihre heilige und unbefleckte Empfängnis.
Gepriesen sei ihre wunderbare Himmelfahrt.
Gepriesen sei ihre wunderbare Himmelfahrt.
Gepriesen sei der Name der Jungfrau und Mutter Maria.
Gepriesen sei der Name der Jungfrau und Mutter Maria.
Gepriesen sei der heilige Joseph, ihr reinster Bräutigam.
Gepriesen sei der heilige Joseph, ihr reinster Bräutigam.
Gepriesen sei Gott in Seinen Engeln und Heiligen.
Gepriesen sei Gott in Seinen Engeln und Heiligen.
Oración después de la Comunión
Concédenos, Señor, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Bendición

Lasset uns beten.
Herr Jesus Christus, im wunderbaren Sakrament des Altares hast du uns das Gedächtnis deines Leidens und deiner Auferstehung hinterlassen. Gib uns die Gnade, die heiligen Geheimnisse deines Leibes und Blutes so zu verehren, dass uns die Frucht der Erlösung zuteil wird. Der du lebst und herrschest in Ewigkeit. Amen.
Receso
